Mi progreso personal

Las cualidades y virtudes que se requieren de una joven en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, están ejemplificadas en la vida de muchas mujeres notables a través de la historia. Entre dichos ejemplos se encuentra María de Nazaret cuya misión, la de ser la madre del Hijo de Dios, es única en la historia.

Un día Gabriel, un mensajero celestial, llegó a ella con un mensaje de Dios el Padre. Le dijo que era bendita entre las mujeres. Había sido escogida para ser la madre del Hijo de Dios. El mensaje de Gabriel debe de haber asombrado a María, pero ella estaba preparada. Estaba destinada a servir al Señor, por lo que respondió:

“He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38).

Su espíritu de devoción a Dios y su disposición a servirle proporcionan un ejemplo para las jóvenes de la Iglesia.

Tú eres una hija de Dios y tienes un importante papel que cumplir dentro del plan eterno de Dios. Has sido escogida por el Señor para venir a la tierra en este tiempo y para cumplir una misión especial y ayudar al Salvador con su obra aquí en la tierra. (Un aporte de Marianella M. P.) Gracias.

 

Carlos Egan Asay

Carlos Egan Asay, fue llamado como autoridad general de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en 1976 hasta su muerte.
Élder Asay nació en Sutherland, Utah, y se crió en Monroe, Utah. En 1947, justo antes de salir de su misión, élder Asay se casó con Colleen Webb.
De 1947 a 1950, sirvió como misionero de la Iglesia en Palestina, Siria y el Líbano. Cuando llegó por primera vez a su misión, élder Asay tuvo dificultades para encontrar a su presidente de misión, Badwagan Piranian, quien también estaba llegando desde Suiza. Élder Asay y su compañero de misión, finalmente lograron localizar al presidente Piranian y a su esposa en Beirut, Líbano.
Élder Asay tenía un título de licenciatura de la Universidad de Utah, un grado de maestría de la Universidad Estatal de California en Long Beach y un doctorado de la Universidad de Utah.
Élder Asay fue miembro del equipo de baloncesto de la Universidad de Utah, ganando el campeonato NIT en 1947.
Élder Asay sirvió en una variedad de llamamientos en la Iglesia, incluyendo obispo, representante regional, y miembro de la junta general de la Escuela Dominical. Fue presidente de Misión en Tejas del Norte entre 1970-1973 y más tarde fue presidente de la Misión Internacional de la iglesia.
En 1976, se convirtió en autoridad general y miembro del Primer Quórum de los Setenta; su primera asignación en el departamento misional de la iglesia. Fue miembro de la Presidencia de los Setenta dos veces, de 1980 a 1986 y 1989 a 1996; en 1985-86 y 1995-96, fue el miembro más antiguo de la presidencia. En 1986, élder Asay se desempeñó como director ejecutivo del departamento académico de la iglesia. En octubre de 1996, élder Asay fue designado como autoridad general emerito y nombrado presidente del Templo de Salt Lake. Murió de un ataque al corazón durante su servicio en ese llamamiento.

Finanzas personales para la Autosuficiencia

Queridos hermanos y hermanas:
El Señor ha declarado, “…es mi propósito abastecer a mis santos”. Esa revelación es una promesa del Señor de que Él proveerá bendiciones temporales y abrirá la puerta de la autosuficiencia, que es la capacidad de proveer las cosas necesarias para la vida para nosotros mismos y para los miembros de nuestra familia.
Este cuadernillo de trabajo se ha preparado a fin de ayudar a los miembros de la Iglesia a aprender y poner en práctica principios de fe, educación, trabajo arduo y confianza en el Señor. Aceptar y vivir estos principios nos permitirá recibir de mejor manera las bendiciones temporales prometidas por el Señor.
Los invitamos a estudiar y aplicar estos principios diligentemente y a enseñarlos a sus familias. A medida que lo hagan, su vida será bendecida. Aprenderán cómo actuar en su camino hacia una mayor autosuficiencia. Serán bendecidos con mayor esperanza, paz y progreso.
Estén seguros de que son hijos de Nuestro Padre Celestial. Él los ama y nunca los abandonará. Él los conoce y está listo para brindarles las bendiciones espirituales y temporales de la autosuficiencia.

finanzas-personales-para-la-autosuficiencia

logo 4

Enseñanzas del Nuevo Testamento

por LOWELL L. BENNION

El Nuevo Testamento es uno de los libros clásicos de toda literatura, y podría ocupar toda nuestra atención si lo estudiásemos con ese objeto. Sin embargo, no estamos preparados para considerar el libro como literatura, y del momento nuestro interés mayor estriba en el estudio del evangelio. De modo que no pasaremos completamente por alto la belleza literaria del Nuevo Testamento, este estudio será parte incidental de nuestro tema central. Lo mismo se podría decir de la historia, cultura, geografía o cualquier otro interés similar en el libro.
Hay muchos que aceptan a Jesucristo no como el Hijo de Dios ni el hacedor y expositor de la voluntad de su Padre, sino como un gran maestro moral. También hallan en los escritos de sus discípulos muchas excelentes y verdaderas enseñanzas morales. Esta opinión es buena, pues Jesús fué un gran maestro y expositor de verdades morales: el mayor de todos los maestros que jamás han enseñado al hombre la manera de vivir. Sin embargo, Jesús fué más que un maestro moral o ético. Su moralidad estaba basada en la religión. Es imposible separar las enseñanzas morales y las enseñanzas religiosas del Salvador. Los que han tratado de dividirlas han tenido que mencionar la religión, pues de lo contrario, su interpretación carecerá de mucha de la fuerza de la obra de Jesús.
El Nuevo Testamento es un libro religioso. Los hombres que lo escribieron no se esforzaron en alcanzar la perfección literaria o en pasar a la posteridad como grandes historiadores. No eran filósofos, sociólogos o ni siquiera antropólogos. No eran teólogos ni escrituristas en el sentido técnico de la palabra. Eran simplemente personas con una profunda convicción religiosa que sinceramente intentaron estimular a sus lectores para que creyeran en Jesús y vivieran tal como El enseñó que se debería vivir. La base de toda religión es una buena teología: creencias correctas con respecto a Dios, la humanidad, las relaciones entre uno y otro, y, para los que poseemos la fe cristiana, un conocimiento perfecto de la misión de Jesucristo. El Nuevo Testamento nos enseña los principios fundamentales de la teología cristiana. En él aprendemos que Dios es nuestro Padre, un Ser personal que es justo, misericordioso, clemente, bueno y amante. Aprendemos también que el hombre es hijo de Dios, que es inmortal, y que es el hermano de sus semejantes; un ser libre y responsable ante su Creador. Nos enteramos asimismo que Jesús es nuestro Salvador, el Hijo de Dios, enviado a la tierra para redimimos del pecado y de la muerte, y que la salvación nos viene de El y por mediación suya. Si una persona no posee un adecuado conocimiento de estas creencias fundamentales, corre el peligro de descarriarse en su vida religiosa. Con toda probabilidad se encontrará en la misma situación de alguien nadando en aguas poco profundas e incluso turbias.

ensenanzas-del-nuevo-testamento

logo 4

Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Gordon B. Hinckley

La Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles han establecido la serie Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia para que usted se acerque más a nuestro Padre Celestial y tenga una comprensión más profunda del evangelio restaurado de Jesucristo. A medida que la Iglesia vaya agregando más tomos a esta serie, usted podrá reunir en su hogar una colección de libros de referencia del Evangelio. Estos libros se han preparado para el estudio personal y como recursos para la enseñanza. También pueden servirle para preparar lecciones de noche de hogar, otras lecciones o discursos, y para contestar preguntas en cuanto a la doctrina de la Iglesia. Este libro presenta las enseñanzas del presidente Gordon B. Hinckley, quien prestó servicio como Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desde el 12 de marzo de 1995 hasta el 27 de enero de 2008.
Al estudiar las enseñanzas del presidente Gordon B. Hinckley, busque la inspiración del Espíritu Santo con espíritu de oración. Las preguntas que figuran al final de cada capítulo le ayudarán a meditar, comprender y aplicar las enseñanzas del presidente Hinckley.

ensenanzas-de-los-presidentes-de-la-iglesia-gordon-b-hinckley_pagina_001

logo 4

En el servicio del Maestro – Sterling W. Sill

El élder Sterling Welling Sill, que la Iglesia sostuvo como Asistente del Concilio de los Doce en la sesión general de la conferencia, del 6 de abril de 1954, tiene una vida de actividades en la Iglesia que le ayudará en su nuevo llamamiento, por la cual fue apartado por el presidente David O. McKay el día 14 de abril.

Élder Sill nació el 31 de marzo, 1903 en Layton, Utah, hijo de José A. y Murrieta Welling Sill.

En el ano de 1924, aceptó un llamado a la Misión de los Estados del Sur. El Barrio de Garden Park en Lago Salado fue organizado en 1936, y fue llamado para ser el primer obispo de este barrio, donde funcionó por diez años. Llegó a ser un miembro del concilio alto en la Estaca de Bonneville en 1946, donde el rindió servicio hasta 1952. Entonces fue llamado a la Mesa Directiva General de la Escuela Dominical de la Iglesia. Él ha sido el predicador en el programa de la tarde de los domingos de la Iglesia por la radiodifusora KSL, cumpliendo esta asignación en febrero de 1954.

Desde 1940 hasta 1950 fue un miembro de la Mesa de Regentes de la Universidad de Utah, siendo, los últimos cuatro años, el presidente de dicho grupo.

En Marzo de 1954 la Universidad de Utah nombró a su nuevo edificio de Relaciones Familiares con el nombre de Sterling W. Sill Centro Familiar. Por veinte años élder Sill ha sido el administrador en Lago Salado por la Compañía de Seguros de Nueva York. Muchos honores le han venido en dicho campo.

En el año de 1929 el 4 de septiembre, élder Sill se casó con Doris Mary Thornley de Kaysville en el Templo de Lago Salado. Tienen tres hijos, Juan Michael, David Sterling y María Carolina.

sterling-w-sill-2_pagina_001

logo 4

 

Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia – Howard W. Hunter

Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia - Howard W. Hunter_Página_001

Howard W. Hunter

La Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles han establecido la serie Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia para que usted se acerque más a nuestro Padre Celestial y tenga una comprensión más profunda del Evangelio restaurado. A medida que la Iglesia vaya agregando más tomos a esta serie, usted podrá reunir en su hogar una colección de libros de referencia del Evangelio. Estos libros se han preparado tanto para el estudio personal como para la instrucción dominical. También pueden servirle para preparar lecciones de noche de hogar, otras lecciones o discursos y para contestar preguntas en cuanto a la doctrina de la Iglesia.
Este libro presenta las enseñanzas del presidente Howard W. Hunter, quien prestó servicio como Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desde el 5 de junio de 1994 hasta el 3 de marzo de 1995.

EN POS DE LA EXCELENCIA

tmpb4aEN POS DE LA EXCELENCIA (1974)

. . .Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente. (1 Corintios 12:31)
. . .Para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo. (Filipenses 1:10)
. . .En el don de su Hijo, Dios ha preparado un camino más excelente. (Eter 12:11)
“En pos de la excelencia” es un desafío concebido para que el participante cultive una vida de amor y servicio semejante a la de Cristo. El alcance de este objetivo precisa de un esfuerzo tenaz y diligente en todos los aspectos de la vida, a saber: espiritual, intelectual, social y físico.
El desafío de “En pos de la excelencia” tiene la intención de fortalecer el apego a los principios del evangelio por parte de los miembros de la Iglesia que decidan participar. Toda persona que vaya “En pos de la excelencia” debe normar su vida con tal adhesión al ejemplo sagrado y perpetuo del Salvador, Jesucristo, que los principios básicos de la observancia del evangelio se incorporen a su vida y en ella permanezcan por la eternidad.
“Cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la resurrección; y si en esta vida una persona adquiere más conocimiento e inteligencia que otra, por motivo de su diligencia y obediencia, hasta ese grado le llevará la ventaja en el mundo venidero”